Sindicalistas Tratando de silenciar a pares sindicalistas que con un sentido ejemplar de respeto a los DD.HH planteaban la necesidad urgente de tratar el gravísimo tema del bochornoso " 840 " que, no tan sólo humilla y denigra a transgresores que son tratados peor que delincuentes comunes, nos sitúa ante un cuadro patético y triste, donde la cabeza de una central de trabajadores debería acompañar sin dubitar el planteo de verdaderas/os dirigentes que no comparten una política retrógrada, donde por una infracción reciben verdaderas torturas; otro tanto fue el reclamo por el inhumano trato hacia presos del instituto carcelario donde más de 100 colchones resultaban indispensables para terminar con el tortuoso trato de hacer dorir a los presos en el suelo.
¿ Qué es lo que a dirigentes de los trabajadores les escandaliza ? ¿ Las reuniones con autoridades gubernamentales son para declinar derechos, como el de comprometerse a adocenar a las familias de afiliados para ceder ante las presiones del gobierno nacional a fin de implantar la mega-minería ?
¿ No hay conciencia de la vida, del ambiente, del agua...? ¿ Tan precaria es la formación de quienes se niegan a que otros dirigentes pregunten, interroguen sobre los órganos de control estatales que preserven la vida de sus ciudadanos ?
Estamos llegando a un límite muy peligroso donde el contubernio, la genuflexión y el besar las manos a cambio de beneficios personales no tendrá cabida.