Las tropas gubernamentales en Siria mataron, en los últimos cuatro días,a más de 230 civiles, entre ellos 60 niños, del territorio rebelde Guta Oriental, donde se vivió la semana más sangrienta en tres años, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
La ciudad ubicada al este de Damasco, la capital siria, es considerada un bastión insurgente y desde el pasado lunes los cazas no han cesado los intensos bombardeos.
ElOSDH indicó que había más de 700 heridos, pero los grupos de activistas en la región denunciaron que el número de personas lesionadas alcanza las mil 700.
Al menos 29 personas perdieron la vida ayer y decenas resultaron heridas por bombardeos aéreos y de artillería en Guta Oriental; al menos 14 personas, la mayoría menores de edad y mujeres, fallecieron por ataques de aviones no identificados contra el pueblo de Has, reportó el observatorio.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios explicó queen los últimos días más de15 mil personas huyeronde la violencia en la localidad de Duma, donde la guerra acabó con un centro médico.
La guerra civil siria inició a principios de 2011, entre las Fuerzas Armadas del gobierno y grupos armados rebeldes, conocidos como la oposición siria. Más adelante varios grupos y combatientes rebeldes se unieron al Estado Islámico, lo que le permitió expandirse en territorio sirio.
En la actualidad algunos grupos rebeldes combaten tanto al gobierno como al Estado Islámico, y hay varias confrontaciones entre las facciones rebeldes.
Para 2017 el gobierno sirio emprendió una gran campaña para recuperarlos territorios al oeste del Éufrates y el 6 de diciembre tanto autoridades sirias como rusas proclamaron el final de la operación contra Estado Islámico.
“Las agrupaciones del EI en territorio sirio han sido destruidas. Al día de hoy no hay zonas de ese país bajo su control”, dijo el jefe del Ejército ruso, Valery Gerasimov, en su momento.