Prensa Chucara

19 de April de 2024

Yemen: situación catastrófica en el único centro de tratamiento de COVID-19 en Adén

Escrita el Jueves 21 de Mayo, 2020
La cantidad de muertes en el centro de tratamiento de COVID-19 que gestionamos en Adén, Yemen, habla de una catástrofe mucho más amplia en la ciudad, y es urgente que los estados miembros de la ONU hagan más para apoyar la respuesta.

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Vista general de Adén desde el hospital de Médicos Sin Fronteras. Yemen, 2018.Agnes Varraine-Leca/MSF

El centro que gestionamos desde Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Adén es laúnica estructuradedicada alCOVID-19 para todo el sur de Yemen.Del 30 de abril al 17 de mayo, 173 pacientes fueron ingresados y al menos 68 de ellos han muerto.Muchospacientes llegan al centro demasiado tarde, cuando ya han desarrollado síndrome de dificultad respiratoria aguda, lo que limita sus posibilidades de supervivencia. Este hecho sugiere además que hay unnúmero muy alto de personas que estánenfermas en sus casassin recibir atención médica.

Los datos de entierros que proporciona el Gobierno también van en la misma línea:hasta80 personas murieron diariamenteen la ciudad la semana pasada, la mayoría en sus casas, frente a las 10 que morían al día antes de la epidemia. Otro indicador de la extensión del brote es elalto número deprofesionales sanitarios que están siendo tratadosen el centro, incluidos muchos trabajadores de MSF.

“Lo que vemos en nuestro centro de tratamiento es solo la punta del iceberg de las personas que se están contagiando y muriendo en la ciudad”, afirma Caroline Seguin, responsable de Operaciones de MSF en Yemen.

“La gente llega demasiado tarde y sabemos que hay muchas personas que simplemente no vienen;se están muriendo en casa. Es una situación desgarradora”.

“LaOrganización de la Naciones Unidasy los estados donantesdeben hacer más y de forma urgente, y no solo en Adén sino en todo Yemen”, declara Seguin. “Los sanitarios tienen que recibir un salario y se les debe proporcionarequipos de protección personal. El país también necesita urgentemente másconcentradores de oxígenopara tratar a los pacientes que tienen dificultades respiratorias. Y las autoridades deben hacer todo lo posible parafacilitar el trabajo de organizaciones internacionales como MSFpara responder a la epidemia, permitiendo la entrada de equipos y depersonal internacionalde refuerzo”.

En el centro de tratamiento, que MSF gestiona desde el 7 de mayo,un equipo de trabajadores yemeníes e internacionalestrabaja las 24 horas del díapara garantizar la mejor atención posiblepara los pacientes de COVID-19.

“La alta mortalidad que estamos viendo entre nuestros pacientes es equivalente a la de las unidades de cuidados intensivos en Europa, pero las personas que vemos morir son mucho más jóvenes que en Francia, España o Italia: en su mayoría hombres entre 40 y 60 años”, explica Seguin.

Adén ya tenía unsistema de salud muy debilitado tras cinco años de guerra.Antes de que llegara elCOVID-19, las autoridades no contaban ya con medios para responder adecuadamente al brote. No hay dinero para pagar al personal, hay pocos equipos de protección personal ymuypoca capacidad para hacer pruebasdiagnósticas, por lo que no se puede conocer el número exacto de casos. Sin embargo, los pacientes que MSF está viendo morir tienen claramente los síntomas delCOVID-19.Enfermedades como la malaria, el dengue y la chikunguña son endémicas en la ciudad, pero nunca se habían producidotantas muertes en tan poco tiempo.

“Loshospitales han tenido que cerraren otros lugares de la ciudad o están rechazando cierto tipo de pacientes porque el personal carece de equipos de protección personal para protegerse.Los efectos de este brote en la atención médica de pacientes que sufren otras enfermedades pueden ser devastadores”, dice Seguin.

El hospital de traumatología de MSF en Adén todavía está abierto y ha visto unaumento en el número de ingresosdesde que otros hospitales comenzaron a cerrar. MSF ha instaurado untriaje y otras medidas de protecciónen el hospital para mantener al personal y a los pacientes lo más seguros que sea posible. Cualquier miembro del personal que comienza a mostrar síntomas es enviado de inmediato a casa para autoaislarse.

“Estamos haciendo todo lo que podemos, pero no podemos hacer frente a este virus solos”, asevera Seguin. “Sería inaceptable que el mundo dejara a Adén y al resto de Yemen enfrentarse solos a esta crisis”.

MSF trabajóporprimera vez en Yemen en 1989y está presente de manera ininterrumpida en el país desde 2007. En 2019, la organización trabajaba en 12 hospitales y centros de salud y brindó apoyo a más de 20 centros de salud en 13 provincias de Yemen.

MSF está ayudando a las autoridades locales a tratar a pacientes en uncentro de tratamiento de COVID-19en Saná, además de ofrecer otro tipo de apoyo a las autoridades en su respuesta en varios lugares del país, como Hudaida, Hajja, Haydan y Khameer.








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