Elemental: poner de rodillas a los argentinos a través de un gobierno dirigido por el imperio del Norte,FMI y sus socios; algo que parecía inevitable de no haber actuado el olfato del pueblo en base a la experiencia de lo sufrido durante cuatro años del enajenado.
Resulta sorprendente cómo actúan los anticuerpos en el pueblo cuando bacterias antidemocráticas atacan al único sistema que garantiza el bienestar y la felicidad en general, por eso, es necesario estimular el sistema inmunológico con acciones que desnuden la mezquindad, el odio, el desprecio, la soberbia, la maldad, la perversidad. Hoy más que nunca hay que estar alertas porque con o sin guerra el objetivo de las hordalías no desaparece, se acentúa para no ver peligrar sus privilegios mantenidos desde el mismo día que nació la patria argentina.
Ese olfato del pueblo que produjo admiración es el que ahora debe orientar sus naves hacia el sistema judicial, uno de los tres poderes y esenciales para garantizar la constitucionalidad de las leyes y que dio sobradas muestras de ser una corporación al servicio de intereses ajenos a los del soberano. Y no es casual que el poder real tenga cooptado a uno de los pilares de la democracia para que siga vigente el pensamiento del europeizado Domingo Sarmiento de que los ciudadanos comunes no tienen derechos constitucionales; con la policía les sobra...,pero alguna vez hay que decir basta..., tal vez haciendo tronar el escarmiento.