Si alguien pretende deslindar la política de este grave hecho no podrá justificar el ataque de un extranjero mercenario que no persigue otra cosa que el encargo de los autores intelectuales enajenados, porque,de última, el destinatario del ataque asesino hubiese sido el presidente de la Nación que es quien maneja la lapicera y no la víctima de múltiples persecuciones tanto de los serviles de la justicia, entonces, cabe recordar que los peronistas, populistas, choriplaneros o la designación que los enfermos quieran atribuirle al respetuoso pueblo que jamás trató de interrumpir el mandato del mamarracho y peor ladrón de la historia en oposición al salvajismo que dejan al descubierto los odiadores, lo que obliga al Sr. presidente de la Nación a poner la mano dura y fajar a los delincuentes que atentan contra la Constitución, la democracia y el pueblo argentino.